Saca tarjeta roja

viernes, 15 de marzo de 2013

El periodismo deportivo del siglo XXI


Hasta la fecha, el deporte siempre ha sido uno de los grandes pilares del periodismo en toda Europa y, aunque no siempre ha estado bien valorado, es uno de los temas que más consumo y lectores tiene. En pleno siglo XXI, cuando la tecnología y los avances han permitido mejorar la instantaneidad, las coberturas y los eventos, ¿quién es exactamente periodista deportivo?

La verdad, es que hoy en día este rol lo suplen dos tipos de personas. En primer lugar el periodista licenciado, que ha estudiado su carrera y ha optado por esta sección –o se ha visto obligado a hacerla, en algunos casos-, y en segundo lugar y como pareja de baile el deportista retirado, o en su defecto el árbitro o juez retirado. ¿Por qué sucede esto? En parte, porque el deportista o profesional retirado da un valor añadido a la cobertura mediática porque habla con conocimiento de causa de lo que sucede y puede aportar otro tipo de información, pero, ¿es realmente periodismo lo que ofrece? ¿Tiene sólo ventajas?

A mi modo de ver estos nuevos roles crean estos problemas:
- Al tener la figura de profesional retirado, generalmente el periodista deportivo ha optado por tener menos nociones e información del deporte que cubre, los jugadores o la historia de los clubes. La información aportada muchas veces se centra en anécdotas o datos muy conocidos que no aportan al oyente o lector nada diferente.
- En la mayoría de casos el profesional retirado sabe mucho sobre su deporte, eso es absolutamente cierto, pero acostumbra a ser una persona poco formada en cuanto a comunicador y las lagunas de cara a retransmitir un partido o evento son evidentes. Tiene la información necesaria y la base en cuanto al deporte, pero no tiene los conocimientos sobre oratoria o repartición de la información. Esto, en muchas ocasiones, origina comentarios interesantes en cuanto a contenido pero poco entendibles, repetitivos o no demasiado eficaces en el medio en el que están –demasiado literarios para radio o demasiado orales para contenido escrito.
- Sinceramente, en la época en la que estamos, también cabría destacar algo quizá más mundano pero también importante: reduce los puestos de trabajo para periodistas. Si en cada partido anteriormente había dos o tres periodistas, ahora se ha perdido uno o dos puestos, ya que los ocupan ex jugadores de futbol o árbitros. Y lo mismo pasa con los mundiales de patinaje o con las Olimpiadas, se apuesta más por el ex profesional que por el periodista.

Y esto qué significa, en definitiva, que acaba primando la experiencia y conocimiento del deporte a una buena locución o escritura. Pero, una vez más, creo que nos equivocamos. Es mucho más fácil que el periodista se informe sobre el deporte, lea y aplique los nuevos conocimientos a su trabajo y su rol: el de comunicador; que intentar que los deportistas aprendan el rol de periodista. 

LO QUE NO SE PUEDE DECIR


LO QUE NO SE PUEDE DECIR
La censura en los medios de comunicación a lo largo de la historia

Censura. Una simple palabra que ha podido cambiar la historia una y mil veces. Siempre ligada al periodismo, todo tipo de poder político se ha encargado de silenciar toda aquella información que no le era propicia. Incluso los propios medios o las altas esferas han mirado hacia otro lado cuando la situación era comprometida. Ha sido el compañero ideal del absolutismo y las dictaduras, y uno de los grandes baches para los regímenes demócratas, que una vez y otra han intentado combatir y suprimir.

Para poner un par de ejemplos, nos centraremos en España y concretamente en la prensa catalana. Durante la Segunda República el periodismo tuvo un gran auge, el momento de gran esplendor de los medios. Había libertad, cosa que propició la aparición de nuevas publicaciones, muchas de ellas en catalán, creando así la época histórica en que más prensa catalana ha habido. Había censura, sí, pero semejante a la actual, es decir, siempre había ciertos temas o tonos que no se permitían, siempre han habido ciertos límites, por pequeños que sean. Completamente opuesto a esto, fue la situación que precedió a la República: la Guerra Civil y el Franquismo. La dictadura acabó con toda la libertad y la pluralidad que el anterior gobierno había conseguido, instaurando leyes como la censura previa, la necesidad de autorización para publicar, la ley de privilegios, el control de acceso total a la profesión o la prohibición de las lenguas no oficiales. La prensa catalana, en su mejor momento, pasó a ser inexistente, y cualquier intento por continuarla des del anonimato en la sombra era perseguido. Los peores años para el periodismo en España habían llegado, e hicieron falta casi 40 años para que la situación cambiara. Dos polos opuestos que llevaron al periodismo al mejor y al peor momento histórico en España.

Cabe destacar, que en demasiadas ocasiones, el poder ha olvidado que la información no es un bien de consumo o un elemento político, sino un bien social, la población tiene el derecho no sólo a recibir información, sino a crearla y participar en su transmisión, y por desgracia en algunas épocas eso no ha sido posible. Es cierto que muchas veces la censura ha ido ligada a la libertad de expresión y de prensa, pero no hay que olvidar que hoy en día en un mundo generalmente democrático sigue existiendo censura, y lo que es a veces peor, la autocensura de los medios. Ya no se exige la no publicación de ciertos hechos, sino que los propios medios recortan información quizá por intereses políticos, o peor, económicos. Porque si antes era el poder político el que movía hilos, ahora es la realidad económica la que impulsa el mercado, y por desgracia algunos medios han decidido que la prensa no deja de ser un producto, y como tal debe ser rentable.

¿Censura? No sería necesaria si la libertad de uno, acabara dónde empieza la del otro, pero de momento eso es demasiado utópico. Quizá algún día puede ser una realidad.

Cobertura de la muerte de Chávez: TV3, El Periódico y La Vanguardia


Ya estamos en la última semana de clases y apenas parece que aún no hemos comenzado. Para culminar estas 10 semanas de clase ha coincidido este adiós con el adiós de un personaje histórico, a quien espero los años pongan en el lugar que merece, Hugo Chávez. Como era de esperar los tres medios le han dado un lugar tanto en portada como en los titulares a la muerte del dirigente de Venezuela, no sólo por la importancia de la muerte de un líder tan mediático, sino también porque ya era una noticia de continuidad debido a su estado de salud en las últimas semanas.

- El Periódico, la verdad es me parece una falta absoluta de respeto y una total falta de ética periodística el utilizar como titular en portada “El caudillo se calla”, con clara alusión al “por qué no te callas” del Rey hace unos años. Es cierto que este medio siempre tiende a hacer portadas un tanto sensacionalistas, pero creo que “jugar” con la muerte de una persona no es lícito en ningún caso. En lo referente al interior, ha habido diversas piezas en cuanto a la explicación de la enfermedad del presidente venezolano; las relaciones políticas en Latinoamérica; las reacciones del pueblo tanto en Venezuela como aquí en España… con más artículos complementarios en la versión online. Considero que la información aportada es informativa, bien contextualizada y relevante, con la excepción de algunas piezas o textos con cierto punto sensacionalista que creo estarían fuera de lugar debido a la situación.

- La Vanguardia, como siempre mucho más conservadora, sobretodo en la sección de internacional “La muerte de Chávez sacude Venezuela” y en este caso me parece un titular muy elocuente. A primera vista puede parecer que habla de la situación de Venezuela sin su líder mediático, pero también se refiere a las masas que están llorando su pérdida y que se han movilizado; y a los disidentes que claman la apertura de Venezuela y que caiga “el régimen chavista”. En cuanto a la información interior, había piezas muy similares a las del Periódico: la enfermedad de Chávez; las reacciones a su muerte; pulso de política en Latinoamérica; la comunidad venezolana en España… pero sin ese tono sensacionalista que tan poco me ha convencido de El Periódico.

- TV3, la televisión autonómica. El telenoticias mediodía abría con las imágenes de la muerte de Chávez, con las reacciones multitudinarias que había propiciado, con un tono mucho más parecido al de La Vanguardia, más correcto. Aunque la frase “Huérfanos del Chavismo” no deja de tener cierto toque sensacionalista que considero que no hacía demasiada falta.
En comparación con los minutos o páginas que se le ha dado al Papa, es bastante llamativo lo “poco” que se ha hablado de Chávez, aunque quizá lógico debido a la relación del catolicismo con España, muy diferente a la proximidad con Venezuela y los regímenes socialistas. El toque crítico lo han mantenido los tres medios, resaltando sobretodo el lado más “negativo” que se ha vendido tan a menudo en los últimos años no sólo de Venezuela, sino también de la madre patria de la revolución: Cuba, y de otro país aliado en esta cruzada: Bolivia.

Aunque no hay un toque negativo obvio, sí se pueden ver fácilmente frases o alusiones claramente críticas con el gobierno venezolano y con la postura política del chavismo, como por ejemplo en el mismo telediario. “El dinero del petróleo se ha utilizado para mejorar ciertos aspectos sociales como la erradicación de la pobreza o el analfabetismo, pero siempre con medidas muy extremas que han polarizado la sociedad venezolana en los ciudadanos que aman a Chávez y los que han llegado a odiarle”. ¿Y esto por qué? ¿Tienen los venezolanos razones para odiar a Chávez? Me da la sensación de que en demasiadas ocasiones permitimos que los medios nos den una información parcial y muy relativa de lo que realmente sucede, y con el tridente revolucionario Cuba, Bolivia, Venezuela la verdad es que hay mil ejemplos en los medios que lo ejemplifican.

No es una mala cobertura, en ningún caso, pero creo que estos tres medios podrían haber dado ejemplo dando una información mejor contextualizada, buscar los pros y los contras del mandato de Chávez, dar voz a diferentes opiniones: tanto a favor, como en contra, y además huir del sensacionalismo que ha creado esta muerte, que sin duda para mí, además de alterar la ética periodística roza el mal gusto. 

Periodismo: ¿lo que las masas quieren saber o lo que la sociedad necesita y debe saber?


Como muchos otros días, hoy durante una práctica en deontología surgieron diversos debates sobre prácticas éticas o no en cuanto al periodismo, y entre unas frases y otras hubo una que no sólo me ha marcado, sino que me ha hecho reflexionar durante toda la tarde. Una de mis compañeras lanzó esta simple frase “es que la gente quiere saber lo que ha pasado con detalle” y a mí al instante se me ocurrieron mil respuestas para rebatirla, pero me centré en la frase. Pensé un poco y me vi en el metro conversando conmigo misma, mientras me preguntaba, ¿el periodista debe escribir la información que el lector quiere saber? ¿Debe el periodismo responder a lo que el oyente pide, o nuestra tarea va más allá?

En estos tres años de carrera, hemos estudiado teorías, códigos y medios de comunicación, hemos criticado y hemos adulado, y muchas veces he estado muy en contra de lo que profesores o alumnos han comentado, pero creo que pese a todo eso he aprendido.
1. He aprendido que el deber de un periodista es contar la verdad, sin conjeturas ni rumores, sin ideología, sin parcialidad y sin interés.
2. He aprendido que el deber de un periodista es contrastar las fuentes, profundizar la información, contextualizar los hechos y dar una visión completa a interpretada –no subjetiva en ningún caso- de lo que está sucediendo para que la sociedad pueda hacerse una idea aproximada.
3. He aprendido que el deber de un periodista es ejercer como cuarto poder para controlar al gobierno, la política y a la sociedad en sí, dando a conocer todo lo que pase, sin obviar ninguna información, para permitir que haya libertad y para que la democracia que se ejerce sea real.
4. He aprendido que pese a la mercantilización de los medios y a la tendencia a la unificación de la línea de publicaciones, aún es posible creer en el buen periodismo, que está fundamentado en la ilusión y positividad de los periodistas, que siguen luchando día a día.
5. He aprendido que el periodista es humano, y que puede errar, pero que por encima de todo  tiene que haber un principio de veracidad implícito en nuestro trabajo que no nos impide equivocarnos pero garantiza que intentamos obrar con la mayor objetividad y sin ningún tipo de interés más allá del meramente informativo. Y que cuando esto sucede, la rectificación no sólo es obligatoria si no también necesaria.

Y es por eso, que con todos estos puntos que me ha enseñado esta carrera en estos tres años, debo contestar a esa frase que comentaba mi compañera. No, el periodista no tiene que responder o informar de lo que la sociedad quiere saber, aunque debe hacerlo, primero debe respetar el más importante de todos los principios: el periodista tiene que informar de lo que la sociedad debe saber y necesita, mucho más allá de lo que quiere saber, porque es la única manera de ofrecerle a la sociedad el tipo de periodismo que se merece, un buen periodismo.

domingo, 3 de marzo de 2013

El buen periodismo, ¿ha muerto?


Supongo que cada día somos más conscientes de este nuevo rol del periodista en la sociedad consumista y superficial que nos rodea. Llegamos cada mañana a la facultad y estudiamos las teorías y tendencias políticas y financieras de los medios dónde queremos trabajar, el tráfico de influencias, las ideologías, las mentiras... y antes o después, pensamos, ¿dónde quedó el buen Periodismo? ¿Nos hemos convertido en un producto mercantil más que tiene un precio?

Es muy negativo que la nueva generación de periodistas, que en estos momentos se están formando, tengan una visión tan pésima de los medios de comunicación actuales, aunque es muy lógico debido a los errores y publicaciones que vemos a diario. No hace falta irse muy lejos, en estas 8 semanas que hemos dedicado a analizar medios en la asignatura de Análisis de la Actualidad, hemos podido constatar en un vistazo que La Vanguardia, que pertenece al grupo Godó, da muy poca importancia a todos los casos de corrupción que afectan a políticos de CiU, y cuando estos aparecen en el medio resulta que las siglas del partido o la mención de que pertenecen a él no es en ningún caso relevante ¿por qué? Pues simple, la línea editorial del grupo Godó es totalmente cercana y propicia a CiU. ¿Otro ejemplo? El modo en que se ha tratado el caso Noos y la implicación del duque de Palma en el País, siempre desvinculado a la casa Real y siempre hablando de su implicación en solitario y defendiendo al Rey y al Príncipe, ¿por qué? Pues por la línea editorial cercana a la monarquía española, que defiende a la casa Real en la medida de lo posible. 

Dos ejemplos muy claros de cómo se han perdido los valores del periodismo, y se está dando día tras día una información parcial o incluso tergiversada de los hechos. ¿Dónde quedó la importancia de contar la verdad, de explicarle a la sociedad todo aquello que está pasando, de ponerle freno a la política y destapar todos aquellos hechos que no sean lícitos? Supongo que en la cartera, en el número de ventas, en el share que se consiga un viernes por la tarde. Humillante, pero cierto. Eso sí, tampoco voy a hacer apología del derrotismo y de que el periodismo murió, porque de vez en cuando, recordamos esos buenos periodistas que siguen haciendo bien su trabajo y que mantienen vivo el Periodismo en todo su esplendor, en su verdadera faceta, como Iñaki Gabilondo con su videoblog de El País o el increíble Jordi Évole semana tras semana con su programa de 'Salvados' en La Sexta.

Muchos medios, quizá demasiados, han sucumbido a la dulce miel del éxito, al dinero, a la audiencia... olvidando su papel como cuarto poder, olvidando que ante todo tienen que contar la verdad de los hechos para permitir que se forme una opinión pública veraz y contrastada, para que la sociedad no sea ignorante, para que siempre se sepa lo que sucede. Pero no, el buen periodismo no ha muerto, aunque es cierto que se encuentra en minoría.

domingo, 24 de febrero de 2013

España, ¿Sol, vino y toros?


Siempre hemos intentado huir del tópico de que España es un país superficial al que los extranjeros ven como una superficie de playas, buena gastronomía y cultura típica, pero, realmente, ¿qué vende Europa sobre nosotros? ¿Cómo nos ven los diferentes medios europeos y que noticias publican habitualmente?

Tras analizar la corrupción en los medios españoles, durante una semana nos dispusimos a analizar los artículos que habían publicado diarios de referencia como el “The times” “The International Herald Tribune” o “Le Monde”. ¿Sinceramente? Toda una sorpresa o quizá decepción al ver la poca importancia que tiene lo que sucede en nuestro país para la mayoría de medios extranjeros. Apenas un par de noticias sobre el caso Bárcenas, pese a la importancia del mismo, y todo desde una perspectiva casi lejana, como si fuéramos el tercer mundo. ¿Por qué no aparece casi nada, qué es lo relevante de nuestro país?

Desgraciadamente, el tópico de siempre, en más del 80% de todos los artículos analizados España aparecía por uno de estos dos ítems: deportes o cultura. Sencillamente aparecemos en el punto en que estamos representados por Barça y Madrid, ‘La Roja’ y algún que otro deportista de élite, como Rafa Nadal o Pau Gasol. Y además, como no, nos mientan y aportan información sobre: hoteles, destinos turísticos, el flamenco, la música española, los toros… ¿sólo a eso puede aspirar nuestra relevancia informativa? ¿Nos hemos convertido en un país decadente en que lo único digno de mención es el futbol y los tablaos?

Yo apuesto porque no. Actualmente hay suficiente interés informativo como para llenar secciones enteras de internacional. La crisis económica no es española, es mundial, y aunque España no tira del motor europeo como si lo hacen otros países, somos parte de la UE y un desequilibrio político también podría afectar a la cámara. Quizá no hay consciencia suficiente de lo que Bárcenas puede traer a la política española, porque no es un caso de corrupción como otros que hemos vivido –ya sea Gürtel o Campeón-, es un caso de corrupción que tiene en jaque a toda la cúpula del partido que ocupa actualmente el gobierno y de la opción de voto de más de 10 millones de españoles. Estamos ante una crisis política sin precedentes, algo histórico, por lo que en sí es noticia. Además, esto se encuentra dentro de una inestabilidad económica que bien puede afectar a la Unión, punto dos que hace que sea relevante y noticioso. Siendo la proximidad o cercanía el tercer punto que convierte esta noticia en portada de la sección de internacional de los periódicos europeos, aunque ellos nos dediquen exclusivamente diez líneas.

No es ninguna novedad, todo sea dicho, que Europa nos ignore y viva de los tópicos, pero puestos a pedir un mejor periodismo considero que deberían revisarse más a menudo los ítems para considerar que noticias deben ser publicadas y cuáles no; porque si no se llega a la terrible conclusión de que la prensa europea no es que sea ignorante por descuido, sino por decisión, que es muy diferente.

domingo, 17 de febrero de 2013

Análisis de los informativos de mediodía de RNE


Durante estas últimas dos semanas hemos seguido analizando medios, cada grupo unos en concreto, para que pudiéramos comparar como se trata la información en cada uno de ellos. En mi caso el medio que hemos analizado ha sido Radio Nacional de España, y para hacer una buena comparativa he elegido los informativos de medio día, “Edició Migdia Catalunya” y “El informativo de las 2”. Tras quince días, la tesis es que Radio Nacional de España es un buen medio para mantenerse informado, cubriendo todos los ámbitos informativos y realizando una buena labor en la creación de las noticias.

Después de analizar más de 100 piezas, se pueden resaltar las siguientes características:
- El informativo regional estratifica las noticias por secciones, mientras que el informativo nacional ordena las noticias por relevancia. En este caso, considero que es mejor para el espectador –ya que hablamos de radio- separar las noticias por secciones, porque así el oyente puede ubicarse más fácilmente.
- Ya que nos hemos centrado en ‘la corrupción’, tras el análisis es evidente que el informativo regional centra mucho su información en lo que ocurre en Catalunya, priorizando sobre el resto de noticias, lo que termina sesgando seriamente la actualidad. El oyente, si sólo se informa con este programa, obtendría un reflejo de la realidad incompleto. En el caso del informativo nacional, se prioriza especialmente la relevancia y tienen cabida todos los temas, tanto de ámbito internacional, como nacional y regional.
- En general siempre se hacen piezas de entre 1 y 2 minutos en ambos programas del medio, siendo éste un buen tiempo para que el oyente entienda la información que quiere darse sin ser ínfima ni tampoco demasiada.
- La mayoría de piezas son noticias o crónicas, al ser un informativo no tiene cabida la información, y la interpretación es moderada y siempre con un enfoque neutro, intentando dar voz a todas las partes. Es importante resaltar este punto ya que aunque el espectador espera recibir una información contextualizada e interpretada, para comprenderla a fondo, no debe mezclarse eso con el punto de vista de su autor o del medio, para ayudar así a la creación libre de la opinión pública, pero no darla ya formada.
- Y para finalizar, un tema negativo es: la utilización de fuentes. Hay un abuso constante de fuentes oficiales que impide que se obtenga una información completa de los temas abordados. Siempre que se publica una pieza, es importante contrastar la información –cosa que RNE siempre hace- y dar voz a todos los personajes implicados, dando así una visión mucho más completa y realista de lo qué sucede.

En definitiva, RNE nutre sus informativos con piezas asequibles para el espectador, de un tiempo medio, y bien enfocadas y contextualizadas. Como conclusión, cabe destacar que el informativo de corte catalán estructura mejor su contenido al hacerlo por secciones, pero centra demasiado la información en Catalunya. Mientras que el abanico informativo de la edición nacional es mejor y más amplio, pero peor estructurado al narrar las noticias per relevancia y no por sección.