Saca tarjeta roja

domingo, 10 de febrero de 2013

La participación ciudadana

Para el proyecto universitario por el que comento en este blog, esta semana teníamos que encontrar un artículo de un periodista que nos llamara la atención -positiva o negativamente- y buscando me he encontrado con esta entrada que me ha parecido digna de mención.

Participación ciudadana: enriquecer la democracia y el periodismo, Javier de Vega


En un principio me esperaba un texto informativo, por una parte, pero también crítico e interesante ya que habla de un tema puesto diariamente a debate y que considero realmente importante en la sociedad actual. Con el título: “Participación ciudadana: enriquecer la democracia y el periodismo” pensé en mil argumentos a debatir y mil opciones que sopesar, pero me equivoqué. Es una enumeración de diversas propuestas de periódicos o gobiernos para que el ciudadano "participe" más a través de la web o de diversas aplicaciones, un texto muy alejado, en mi opinión, de lo que realmente debería ser la "participación ciudadana".

El primer punto a tener en cuenta es a qué nos referimos o qué esperamos realmente cuando hablamos de una mayor participación ciudadana. Existen muchas políticas o ideas sobre ello, pero para mí una mayor participación ciudadana exige: listas abiertas en las elecciones, participación activa en la creación o rectificación de leyes de interés social/humano o en asuntos de gran importancia (ley del aborto, ley del matrimonio homosexual, conflictos armados, monarquía/república…), mayor peso de la opinión pública en la toma de decisiones y sobretodo coherencia y responsabilidad social tanto de los gobernantes como de la sociedad, pues en juego queda nuestro futuro y el de nuestras generaciones.

Y el segundo punto a destacar sería, utilizando el refranero popular, algo así como “del dicho al hecho, hay un trecho”. Con esto me refiero a que en el caso en que se consiguieran establecer las políticas anteriormente enumeradas para una mayor participación, el pueblo debería hacer uso de ellas y en vista de la situación actual tengo mis dudas. ¿Por qué? Pues porque ahora mismo, en democracia –sea mejor o peor a opinión de cada uno- no conseguimos en ningunas elecciones que el electorado se movilice más allá de un 70%, en los mejores casos.

En el texto de Javier de Vega, en cambio, sólo se enumeran una serie de aplicaciones que se han creado en webs o en dispositivos móviles para que el ciudadano pueda opinar, como en The Guardian con el ‘periodismo abierto’ o en la página web de nuestro Gobierno central, para que la gente opinara sobre la ley de transparencia. El texto no va sobre la participación ciudadana en política, sino sencillamente sobre la posibilidad de aprovechar el mundo globalizado y las nuevas tecnologías para ayudar en la creación de opinión y en la edición, anotación y modificación de textos o leyes. Quizá error mío por entender lo que no era, quizá también en parte error del periodista por no escribir más claramente el titular, ya que con “enriquecer la democracia” a mí me ha llevado a confusión.

En conclusión, un texto neutro, quizá para algunos, interesante, pero que jamás habría leído si no hubiera caído en el error de creer que hablaría de política y de la necesidad de cambios para mejorar la democracia. Una vez más se evidencia la importancia de escribir con propiedad y elegir con mucho cuidado las palabras que vamos a utilizar. 

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