Saca tarjeta roja

domingo, 3 de marzo de 2013

El buen periodismo, ¿ha muerto?


Supongo que cada día somos más conscientes de este nuevo rol del periodista en la sociedad consumista y superficial que nos rodea. Llegamos cada mañana a la facultad y estudiamos las teorías y tendencias políticas y financieras de los medios dónde queremos trabajar, el tráfico de influencias, las ideologías, las mentiras... y antes o después, pensamos, ¿dónde quedó el buen Periodismo? ¿Nos hemos convertido en un producto mercantil más que tiene un precio?

Es muy negativo que la nueva generación de periodistas, que en estos momentos se están formando, tengan una visión tan pésima de los medios de comunicación actuales, aunque es muy lógico debido a los errores y publicaciones que vemos a diario. No hace falta irse muy lejos, en estas 8 semanas que hemos dedicado a analizar medios en la asignatura de Análisis de la Actualidad, hemos podido constatar en un vistazo que La Vanguardia, que pertenece al grupo Godó, da muy poca importancia a todos los casos de corrupción que afectan a políticos de CiU, y cuando estos aparecen en el medio resulta que las siglas del partido o la mención de que pertenecen a él no es en ningún caso relevante ¿por qué? Pues simple, la línea editorial del grupo Godó es totalmente cercana y propicia a CiU. ¿Otro ejemplo? El modo en que se ha tratado el caso Noos y la implicación del duque de Palma en el País, siempre desvinculado a la casa Real y siempre hablando de su implicación en solitario y defendiendo al Rey y al Príncipe, ¿por qué? Pues por la línea editorial cercana a la monarquía española, que defiende a la casa Real en la medida de lo posible. 

Dos ejemplos muy claros de cómo se han perdido los valores del periodismo, y se está dando día tras día una información parcial o incluso tergiversada de los hechos. ¿Dónde quedó la importancia de contar la verdad, de explicarle a la sociedad todo aquello que está pasando, de ponerle freno a la política y destapar todos aquellos hechos que no sean lícitos? Supongo que en la cartera, en el número de ventas, en el share que se consiga un viernes por la tarde. Humillante, pero cierto. Eso sí, tampoco voy a hacer apología del derrotismo y de que el periodismo murió, porque de vez en cuando, recordamos esos buenos periodistas que siguen haciendo bien su trabajo y que mantienen vivo el Periodismo en todo su esplendor, en su verdadera faceta, como Iñaki Gabilondo con su videoblog de El País o el increíble Jordi Évole semana tras semana con su programa de 'Salvados' en La Sexta.

Muchos medios, quizá demasiados, han sucumbido a la dulce miel del éxito, al dinero, a la audiencia... olvidando su papel como cuarto poder, olvidando que ante todo tienen que contar la verdad de los hechos para permitir que se forme una opinión pública veraz y contrastada, para que la sociedad no sea ignorante, para que siempre se sepa lo que sucede. Pero no, el buen periodismo no ha muerto, aunque es cierto que se encuentra en minoría.

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